Páginas

lunes, 26 de octubre de 2009

Historia de la Sexualidad


Buen día. Hoy les traigo un interesante fragmento de "Historia de la sexualidad 1: la voluntad del saber" de Michel Foucault. Es impresionante leer (y darse cuenta) cuán cierto es lo aquí expresado por este (gran) filósofo francés. Es de destacar el minucioso estudio y análisis relizado por Foucault, una persona que pudo (y supo) ver más allá de lo establecido
Ahora sí, vamos a lo que nos interesa:
 A partir del siglo XVIII parece posible distinguir cuatro grandes conjuntos estratégicos que despliegan a propósito del sexo dispositivos específicos de saber y de poder. No nacieron de golpe en ese momento, pero adquirieron entonces una coherencia, alcanzaron en el orden del pode una eficacia y en el del saber una productividad que permite describirlos en su relativa autonomía:


-Histerización del cuerpo de la mujer: triple proceso según el cual el cuerpo de la mujer fue analizado- cualificado y descualificado- como cuerpo íntegramente saturado de sexualidad; de este modo este cuerpo fue integrado,bajo el efecto de una patología que le sería intrínseca, al campo de las prácticas médicas; y por último, fue puesto en comunicación orgánica con el cuerpo social (cuya fecundidad regulada debe asegurar) , con el espacio familiar (del que debe ser un elemento sustancial y funcional) y con la vida de los niños (que produce y debe garantizar, por una responsabilidad biológico-moral que dura todo el tiempo de la educación): la madre, con su imagen negativa que es la “mujer nerviosa”, constituye la forma más visible de esta histerización.

-Pedagogización del sexo del niño: doble afirmación de que casi todos los niños se entregan, o son susceptibles de entregarse, a una actividad sexual, y de que siendo esa actividad indebida, a la vez “natural” y “contra natura”, trae consigo peligros físicos y morales, colectivos e individuales; los niños son definidos como seres sexuales “liminares”, más acá del sexo y ya en él, a caballo en una peligrosa línea divisoria; los padres, las familias, los educadores, los médicos, y más tarde los psicólogos, deben tomar a su cargo, de manera continua, ese germen sexual precioso y peligroso, peligroso y en peligro; tal pedagogización se manifiesta sobre todo en una guerra contra el onanismo que en Occidente duró cerca de 2 siglos.

-Socialización de las conductas procreadoras: socialización económica a través de todas las incitaciones o frenos aportados, por medidas “sociales” o fiscales, a la fecundidad de las parejas; socialización política por la responsabilización de las parejas respecto del cuerpo social entero (que hay que limtiar o, por el contrario, reforzar); socialización médica, en virtud del valor patógeno, para el dinvidiuo y la especie, prestado a las prácticas de control de los nacimientos.

-Psiquiatrización del placer perverso: el instinto sexual fue aislado como instinto biológico y psíquico autónomo; se hizo el análisis clínico de todas las formas de anomalías que pueden afectarlo; se le confirió un papel de normalización y patologización de la conducta entera; por último, se buscó una tecnología correctiva de dichas anomalías.




No hay comentarios:

Publicar un comentario